La Dra. Julia del Amo, directora del Plan Nacional del SIDA (rebautizado recientemente como División para el control del VIH, ITS, Hepatitis Viriles y Tuberculosis) fue la encargada de inaugurar las sesiones plenarias del XII Congreso Nacional de GeSIDA con la ponencia con la ponencia ‘¿Se han cumplido nuestras expectativas con la implantación de la PrEp? ¿Necesitamos otras nuevas estrategias para prevenir el VIH?’, en la que expuso que el hecho de que la PrEP esté implementada en todas las comunidades autónomas y haya más de 9.000 personas de alto riesgo de contraer VIH recibiendo el tratamiento, dado el complejo de pandemia en el que ha tenido que desarrollarse su implementación, es un buen resultado. No obstante, reconoció que no es suficiente y, según el territorio, hay una accesibilidad efectiva muy heterogénea, por ejemplo, en el número de centros, y aquí habría destacar que comunidades como Madrid sólo cuentan con un centro.

Por tanto, para que más personas en riesgo puedan acceder a PrEP es necesario garantizar una accesibilidad efectiva con más centros cerca de sus domicilios que la prescriban, hay que dotar a los centros con el programa de profilaxis pre-exposición con iniciativas de prevención y de diagnóstico precoz de otras ITS y de consumo de drogas asociadas a la práctica del sexo.

La segunda ponencia de la sesión a cargo de nuestro compañero el Dr. Pep Coll, del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona y de IrsiCaixa, quien abordó el interesante tema de los ‘Long-acting agents for prevention of HIV’.

En este sentido, actualmente contamos con nuevos fármacos y nuevas formas de administración que ya han demostrado su eficacia para la prevención del VIH en diversos ensayos clínicos.

Una de estas nuevas modalidades de PrEP para mujeres es el anillo vaginal de dapivirina, que ha demostrado una buena efectividad si se utiliza correctamente. Habría que cambiarlo cada mes, pero un reciente estudio demuestra que su actividad podría alargarse hasta las 13 semanas, lo cual mejoraría su comodidad de uso.

Y el fármaco ‘estrella’ es el cabotegravir inyectable de acción prolongada, que se administra por vía intramuscular cada 2 meses, proporcionando una protección altísima (de hecho, en los ensayos clínicos ha demostrado una eficacia superior a la PrEP oral con emtricitabina y tenofovir) en hombres que tienen sexo con hombres, mujeres transgénero y mujeres cisgénero.

En el horizonte se vislumbra nuevas opciones de PrEP también muy interesantes. Una de ellas es la administración oral mensual de islatravir, un nuevo antiretroviral inhibidor de la transcriptasa inversa y la translocación. Este fármaco podría ser administrado también mediante un implante subcutáneo, con una duración de 12 meses. La principal ventaja del implante sería su larga duración, con el inconveniente de requerir la intervención de personal sanitario para su implantación y retirada (en el caso de no ser bioabsorbible).

Y otro nuevo antiretroviral muy prometedor es el lenacapavir, un inhibidor de la cápside, que podría administrarse por vía subcutánea cada 6 meses, lo cual podría ser también una opción muy atractiva para aquellas personas con dificultades de adherencia a la medicación oral. Otra de las ventajas sería la posibilidad de autoadministración.