Durante sus años de carrera universitaria tuvo la oportunidad de realizar prácticas en Estados Unidos, y a ese país quedó vinculada su carrera profesional. La Dra. María Luisa Alcaide es hoy día directora de investigación clínica y de la unidad de investigación en enfermedades infecciosas de la Universidad de Miami, de cuya Facultad de Medicina también es profesora. Entre otros, dirige proyectos enfocados a envejecimiento y VIH, así como a mujeres jóvenes con VIH para evaluar el papel de la microbiota vaginal en la adquisición del virus. Sobre estos y otros temas nos habla en la siguiente entrevista.

¿Qué le llevó a trabajar a los Estados Unidos?

Durante la carrera tuve la oportunidad de hacer prácticas en investigación básica en VIH en el National Institutes of Health (NIH) en Bethesda. Trabajé en uno de los primeros estudios que evaluó la resistencia a antirretrovirales. Esa experiencia hizo que me interesase por el campo de las enfermedades infecciosas y el VIH. Vine a Estados Unidos después de estudiar Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid y completar la residencia en Medicina de Familia en el Hospital 12 de Octubre. Realicé un fellowship en VIH, la residencia en Medicina Interna y otro fellowship en Enfermedades Infecciosas en el Jackson Memorial Hospital, hospital asociado a la Universidad de Miami y al que sigo vinculado, entre otros, como directora de su unidad de investigación en infecciosas.

¿En qué ha consistido el trabajo que ha venido realizando en este país?

Actualmente soy full professor en Enfermedades Infecciosas, Obstetricia y Ginecología y Salud Publica en la Universidad de Miami. Combino actividad clínica en VIH y en enfermedades infecciosas en general, con proyectos de investigación y de mentoría. Soy la directora de investigación clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Miami, y del centro de investigación de SIDA (CFAR por sus siglas en ingles). Los proyectos que dirijo reciben fondos del National Institutes of Health y están enfocados a VIH y envejecimiento (MACS/WIHS Combined Cohort Study), en mujeres jóvenes con VIH (cohorte STAR) y en evaluar el papel de la microbiota vaginal en la adquisición del VIH en mujeres.

Gran parte de mi tiempo lo dedico en formar a jóvenes investigadores (estudiantes en ciencias y medicina, estudiantes de doctorado, residentes, fellows y aquellos que han acabado la formación) que desean dedicarse a la investigación en VIH. Lo hago a través de incluir a jóvenes investigadores que se están formando en mis proyectos, y a través de mi participación y liderazgo en programas de mentoría. Estos programas son extremadamente importantes para formar a las generaciones futuras de investigadores en VIH.

También lidera una investigación en una cohorte de mujeres con VIH. ¿Cuáles son los aspectos más relevantes de su estudio?

Soy una de las investigadoras principales de la cohorte de mujeres en edad reproductiva STAR (Study of Treatment and Reproductive Outcomes https://statepi.jhsph.edu/star/), que planea reclutar 2000 mujeres en los estados del sur de los Estados Unidos, incluyendo Florida. En estos estados, las mujeres jóvenes están desproporcionadamente afectadas por el VIH. El estudio se enfoca en entender cómo la infección por VIH afecta la salud mental, co-infecciones, enfermedades de transmisión sexual, salud dental, y la salud reproductiva, en mujeres jóvenes con VIH o con factores de riesgo. También dirijo la cohorte MACS/WIHS (https://statepi.jhsph.edu/mwccs/) en Miami, enfocada a factores asociados con el envejecimiento. A través de estas cohortes esperamos contribuir a mejorar la vida de las personas que viven con VIH en los Estados Unidos.

Mi trabajo en los Estados Unidos se complementa con colaboraciones internacionales (Argentina, Sudáfrica, Zambia), enfocadas al desarrollo de programas enfocados a mejorar el manejo del VIH en poblaciones difíciles (mujeres en riesgo, mujeres embarazadas, personas no vinculadas con el sistema de salud entre otros).

¿Cuáles son los principales retos a los que se sigue enfrentando, y cuáles las mejoras más significativas producidas en estos últimos años?

La PrEP es uno de los avances más importantes en el campo de la prevención. En la actualidad tenemos las herramientas necesarias para evitar nuevas infecciones (testear, empezar antirretrovirales lo antes posible, PrEP) y mejorar la calidad de vida de las personas que viven y envejecen con VIH. Sin embargo, la implementación de estas herramientas en determinadas poblaciones y lugares del mundo es difícil de conseguir.

En un futuro, ¿hacia dónde querría encaminar sus pasos en el campo del VIH?

 Me gustaría continuar enfocándome en la población de mujeres en riesgo o con VIH, en entender los factores de comportamiento y biológicos que aumentan el riesgo o el que tengan peores resultados en el manejo de comorbilidades.

Considero que todos debemos continuar trabajando en implementación de los programas que funcionan (PrEP, test and treat…), continuar desarrollando nuevos tratamientos –principalmente ‘long acting’ para tratamiento y prevención–, desarrollo de programas específicos para poblaciones especiales (mujeres, personas envejeciendo, hombres que tienen sexo con hombres, entre otros).