Con el sugerente título que encabeza estas líneas se celebró en la jornada del miércoles de nuestro XII Congreso una mesa de investigación básica dedicada al ámbito del reservorio viral.

Meritxell Genescà, del Instituto de Investigación del Vall d’Hebron (VHIR), abordó el control del reservorio por células T de memoria residentes en los tejidos. Los linfocitos T llamados de memoria residente (TRM, por sus siglas en inglés), están preparados para dar protección a largo plazo en zonas altamente expuestas a agentes infecciosos. Las CD8+TRM tienen características muy diferentes de otras poblaciones de memoria circulante, como una expresión basal de moléculas citotóxicas alta, lo que podría determinar diferencias importantes en su capacidad antiviral.

Aunque en los últimos años las células CD8+TRM se han empezado a caracterizar en ciertos tejidos, sobre todo, con relación a su potencial para eliminar células tumorales, su papel sobre el control de la persistencia viral todavía es muy desconocido. Parte de los estudios en los que participa Genescà se centran en evaluar la capacidad funcional de los diferentes subtipos de CD8+TRM frente a la infección, el establecimiento de la latencia y el control del reservorio viral, comparando su eficacia con poblaciones no-TRM de tejido u otros subtipos de memoria circulantes. Además, su equipo ha iniciado estudios para promover la inducción de precursores CD8+TRM en sangre con el fin de potenciar el control del virus reactivado. Con todos estos estudios pretenden definir los subtipos de CD8+TRM más efectivos en limitar la persistencia del virus en células de los tejidos, así como nuevas estrategias para aumentar dicha respuesta.

Posteriormente, Julia García Prado, del Instituto Germans Trias i Pujol (IGTP) de Barcelona e IrsiCaixa, profundizó en la immunomodulación del reservorio del VIH-1. Según expuso, la búsqueda de la curación del VIH-1 y de una vacuna efectiva pasa por el desarrollo de estrategias de immunomodulación. Estas estrategias terapéuticas están destinadas a evitar la formación del reservorio viral o favorecer su eliminación por medio de la respuesta inmune. El papel central de los inhibidores receptores como inmunomoduladores y el desarrollo de anticuerpos frente a estas moléculas como nuevas terapias en la infección por VIH-1 serán elementos claves de esa estrategia.

Esta interesante mesa concluyó con una ponencia sobre las nuevas estrategias farmacológicas destinadas a intentar eliminar el reservorio del VIH por parte de Mayte Coiras, del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III de Madrid. Tal y como explicó la Dra. Coiras, parece claro que una única estrategia no va a ser suficiente y que será necesario combinar varios abordajes para reactivar y destruir el reservorio latente si queremos erradicar el virus del organismo. Entre estos abordajes están los siguientes: la interferencia con el efecto pro-latencia de los CD8, la reactivación del provirus con LRAs, la desactivación de proteínas anti-apoptóticas y la estimulación de la respuesta citotóxica contra las células del reservorio. Otros aspectos importantes que hay que tener en cuenta son el acceso de los fármacos a todos los tejidos que contienen células del reservorio viral y la eliminación de otros reservorios secundarios como son los macrófagos infectados.