El XII Congreso Nacional GeSIDA echó a andar en la tarde de este pasado lunes, día 29 de noviembre, con el acto de apertura oficial y las ponencias inaugurales, que corrieron a cargo del Dr. Richard Koup -por vez primera en uno de nuestros congresos, de forma telemática desde Estados Unidos ante las restricciones frente a la COVID-19- y por uno de nuestros referentes nacionales, el Dr. José María Miró.

Feliz reencuentro para muchos compañeros y compañeras tras la imposibilidad de llevar a cabo nuestra gran reunión anual de forma presencial el pasado año, y jornada también para el recuerdo y el homenaje a todos esos hombres y mujeres que a lo largo de estos últimos 40 años han vivido en primera persona la lucha contra el VIH, cuyo testimonio y memoria han quedado recogidos en un pequeño documental promovido por GeSIDA para repasar estas cuatro décadas de trabajo contra un virus que aún sigue representado un problema de salud pública de primer nivel.

Pese a la entidad que aún representa el VIH, los profesionales que nos dedicamos a su tratamiento nos enfrentamos a una situación compleja: de los casi 700 socios que conformamos GeSIDA, unos 300 se jubilarán en apenas cinco años, sin que exista aún un mecanismo que asegure el relevo generacional. Esto sería, como venimos reclamando desde hace años, una especialidad de Enfermedades Infecciosas, una formación reglada vía MIR que impida que caiga en saco roto el conocimiento y la experiencia que se han ido acumulando a lo largo de estas cuatro décadas de trabajo frente al virus.

No obstante, en la intervención telemática que nos ofreció la ministra Carolina Darias en la apertura del congreso no encontramos referencia alguna a este anhelo histórico, aunque sí nos invitó a «mirar al futuro» de la lucha contra el VIH e hizo referencia al Plan Estratégico de respuesta al VIH y a las ITS, que pronto verá la luz. Por parte de la Junta de Andalucía, contamos con la presencia del director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Familias, José María de Torres, y nuestra compañera Julia del Amo, directora del Plan Nacional del SIDA, quien se mostró optimista al pensar que 2030 se puede conseguir el fin del VIH como problema de salud pública en España.

Prevención con anticuerpos y trasplante de órgano sólido

En lo referente a las ponencias de apertura, la primera corrió a cargo del Dr. Richard Koup, del Vaccine Research Center del NIAID, quien intervino de forma telemática para hablar sobre el uso de anticuerpos para la prevención y el tratamiento del VIH. Koup expuso que la principal ventaja sobre la terapia antirretroviral estándar es que los anticuerpos pueden tener una vida media muy larga, por lo que pueden administrarse una vez cada 2 a 6 meses (dependiendo de la farmacocinética real). Además, cuando los medicamentos antirretrovirales impiden que el virus se replique en las células, los anticuerpos pueden dirigir la destrucción real de las células que producen el VIH. Esto puede permitir que los anticuerpos se dirijan al reservorio del VIH.

No obstante, la principal limitación de los anticuerpos es que no brindan la amplitud de cobertura contra las cepas del VIH como lo hacen los antirretrovirales. Los mejores anticuerpos solo cubren alrededor del 95% de los virus, por lo que es común escapar de la cobertura de anticuerpos. Además, deben administrarse por vía intravenosa o subcutánea, no se pueden administrar por vía oral.

Por su parte, el Dr. José María Miró, uno de nuestros referentes y maestros en el abordaje del VIH y sus comorbilidades en nuestro país, trató el tema ‘Nuevos retos en el trasplante de órgano solido en pacientes infectados por el VIH’. Explicó que, en la actualidad, lo más importante es que se ha normalizado la evaluación para el trasplante de órgano sólido de las personas que viven con el VIH. Con la última generación de antirretrovirales y la eficacia de los antivirales de acción directa frente al VHC, la esperanza de vida de las personas de viven el con VIH con trasplante hepático, renal y cardíaco es la misma que la de la población general. Este es un reto que se ha logrado en España gracias a muchos actores y del que debemos sentirnos especialmente orgullosos.

Los nuevos retos lo que harán es optimizar aún más el manejo y la esperanza de vida de estos pacientes. La incorporación de nuevos antirretrovirales, incluyendo los de vida media muy larga, la identificación de los factores de riesgo de rechazo agudo (muy elevado en esta población), la posibilidad de la utilización de donantes de órganos VIH positivos para receptores infectados por el VIH (que aún está prohibida por ley en España) y la respuesta vacunal frente al SARS-CoV-2 en esta población son áreas de investigación muy relevantes y prioritarias.