El Dr. Vicente Estrada, del Hospital Clínico San Carlos del Madrid, completará la sesión plenaria de este martes, 26 de noviembre, con la ponencia Novedades en el Manejo de Complicaciones Metabólicas. En esta entrevista nos avanza algunas de las claves de su intervención.
¿Cuáles son las principales complicaciones metabólicas que se están produciendo actualmente en el manejo de las personas que viven con el VIH?
Los problemas metabólicos más importantes observados en estas personas son similares a los observados en población general: esto es, obesidad, diabetes y esteatosis hepática. Con respecto al riesgo cardiovascular, cabe destacar que los factores de riesgo tradicionales como la hipertensión arterial, el tabaquismo o la hiperlipemia son también frecuentes y se suman a los problemas metabólicos indicados anteriormente
La evolución del perfil mayoritario de las personas con VIH en nuestro medio (mayor esperanza de vida, personas procedentes de otros países, problemas de seguimiento…), ¿también está haciendo que evolucionen o cambien esas complicaciones, así como su abordaje?
La edad por si mismo constituye un factor de riesgo cardiovascular de primer orden, por lo que considerando que la expectativa de vida de estas personas es prácticamente similar a la de la población general, podemos esperar un aumento del numero de eventos cardiovasculares en esta población que envejece. En el abordaje de estos problemas debe tenerse en cuenta que las personas que viven con VIH poseen un riesgo incrementado de enfermedad cardiovascular per se, por lo que deberíamos ser especialmente sensibles a estos problemas en cuanto al diagnóstico y prevención.
¿Qué retos se plantean para un correcto abordaje de dichas complicaciones metabólicas?
El principal reto es identificar de la manera más precisa posible a aquellos pacientes con un incremento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, para utilizar en ellos todas las medidas a nuestro alcance de prevención; sabemos, por ejemplo, que las personas que presentan un riesgo cardiovascular intermedio-bajo se benefician de estatinas para reducir el colesterol, que, basándonos en criterios de población general, no usaríamos.
¿Hacia dónde evolucionará el abordaje de dichas complicaciones?
En mi opinión, considerando que en la mayoría de los casos el VIH es una enfermedad crónica controlada con tratamiento, evolucionará hacia la identificación personalizada del riesgo y hacia un control mas integral del riesgo individual de cada paciente; estar perfectamente controlado del VIH pero sufrir un evento cardiovascular precozmente sería un fracaso médico que deberíamos evitar. El incremento del riesgo esta en parte relacionado con un estado de inflamación de bajo grado y de activación inmune crónica; conocer las raíces de este problema en detalle y tratarlas, podría suponer un gran beneficio parala salud de las personas que viven con VIH.