Especial interés despertó la sesión plenaria del miércoles 1 de diciembre, centrada en el el presente y futuro del tratamiento de la infección por VIH. El Dr. Javier Martínez-Picado, del ICREA (Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados) e IrsiCaixa, abrió la sesión con la ponencia ‘Nuevas estrategias de curación’. Gracias a los avances obtenidos en los últimos años, a lo aprendido de la biología básica sobre reservorios virales, las nuevas opciones terapéuticas se encaminan a:

  • Tratamientos dirigidos a forzar la expresión del virus de aquellas células en las que permanece latente de forma que los medicamentos antirretrovirales y/o el sistema inmunitario consigan reconocer la infección de dicha célula y eliminarla, disminuyendo consecuentemente el reservorio viral; y a silenciar de forma permanente la expresión del virus, de forma que pueda evitarse la reactivación viral.
  • Tratamientos dirigidos a fortalecer la respuesta inmunitaria específica contra el virus, a través de inmunoterapias basadas en vacunas terapéuticas, anticuerpos monoclonales ampliamente neutralizantes contra el virus, y anticuerpos monoclonales para revertir el agotamiento inmunitario.
  • Tratamientos con terapias celulares y genéticas, que aunque están todavía en fases preclínicas, están evolucionando de forma rápida. Las claves ofrecidas por los 3 casos de curación del VIH en personas que, debido a una enfermedad hematológica, requirieron un transplante hematológico con células madre carentes del co-receptor viral CCR5, han facilitado el desarrollo de terapias génicas dirigidas a alterar dicho co-receptor. Otras estrategias se han centrado en identificar y eliminar directamente las secuencias virales del ADN humano, en introducir genes que produzcan anticuerpos ampliamente neutralizantes contra el virus, el uso de células CAR T.

Por su parte, el Dr. Federido Pulido, del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, nos habló sobre las perspectivas futuras del TAR de inicio. Tal y como expuso, probablemente en eficacia hemos conseguido llegar al tope de lo que los antirretrovirales pueden conseguir, por lo que los principales avances del TAR en un futuro cercano irán encaminados a facilitar la adherencia de forma crónica al tratamiento minimizando la interferencia del tratamiento en las personas que viven con VIH. Para ello se están desarrollando nuevos fármacos, tanto orales como parenterales, con actividad prolongada que podrán administrase con intervalos mayores de tiempo.

Las ventajas asociadas al TAR deben conseguirse sin que el tratamiento añada nuevos problemas en forma de efectos adversos o interacción con otras comorbilidades o su tratamiento. Aunque las pautas preferentes en la actualidad, basadas en inhibidores de integrasa de segunda generación (dolutegravir o bictegravir) minimizan estos riesgos, no están exentas de generar nuevos problemas en algunas ocasiones, como el incremento de peso o las alteraciones del sistema nervioso central, por lo que en este aspecto sigue habiendo margen de mejora. Pero no debemos olvidar que la principal causa de fracaso del tratamiento es una adherencia insuficiente o incluso su abandono. En este aspecto, cualquier avance que facilite la toma correcta de la medicación tendrá un impacto positivo en el control de la infección y de la epidemia en general.