En la Mesa de Ciencia Básica del martes, 26 noviembre, echamos un vistazo a los nuevos modelos y estrategias en la investigación por VIH. Las técnicas ómicas son fundamentales para avanzar en la investigación del virus debido a su capacidad para analizar grandes cantidades de datos biológicos. Desde la genómica, que permite caracterizar variantes genéticas de interés que permiten determinar la susceptibilidad a la infección o las resistencias a tratamientos, hasta estudios más funcionales, con ómicas como la proteómica o metabolómica, que permiten describir biomarcadores relevantes para la detección y tratamiento de comorbilidades asociadas a la infección por VIH. De ello nos habló Elena Moreno del Olmo, del Hospital Ramón y Cajal.

La implementación de las técnicas ómicas puede ayudar en la validación de marcadores de diagnóstico, pronóstico y dianas terapéuticas para el VIH y sus comorbilidades asociadas, por lo que su comprensión y buen uso serán necesarias para el futuro en la investigación sobre el VIH

Por su parte, Gilberto José Betancor Quintana, del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, profundizó en el desarrollo de las técnicas de estudio de la cápside vírica, sobre su papel en el ciclo infectivo del VIH y cómo han contribuido al diseño de nuevos fármacos antirretrovirales, como lenacapavir.

El cierre de la mesa estuvo reservado a Alberto Bosque-Pardo, de la George Washington University, y quien hablaría del uso de inhibidores de Bcl2 para la eliminación de las células latentemente infectadas, que limitan la cura del virus. Bcl2 es una proteína anti-apoptotica y estudios en modelos de latencia y en ratones humanizados han demostrado la utilidad de usar inhibidores de esta proteína para reducir los reservorios latentes.