La infección por SARS-CoV-2 ha supuesto un cambio en nuestra actividad profesional, tal vez equiparable al impacto que tuvo la aparición del VIH hace cuatro décadas. Hoy, al igual que entonces, nos enfrentamos a una pandemia que ha llegado a generar una de las mayores crisis sanitarias mundiales de los últimos cien años.

La respuesta de especialistas en Enfermedades Infecciosas y en Microbiología, junto con los otros especialistas y el conjunto del personal sanitario, tanto en la actividad asistencial como en el área de investigación, ha resultado esencial para enfrentarnos a la pandemia y empezar a generar el nivel de evidencia necesario para tratar adecuadamente la infección. Los ensayos clínicos en marcha son numerosos, muchos de ellos liderados por compañeros de GeSIDA -con el apoyo fundamental de la Fundación SEIMC-GeSIDA-, lo que demuestra de nuevo el compromiso de nuestros socios con la Salud Pública como ya ocurrió con la infección por VIH.

Gracias a todos y cada uno de vosotros. Desde nuestro Grupo de Estudio os damos las GRACIAS por el excelente trabajo que estáis realizando, pese a las numerosas dificultades a las que nos hemos enfrentado. Queremos hacer una mención especial a los compañeros que, en el desempeño de su ejercicio profesional, han sufrido los efectos del coronavirus, con diferentes grados de severidad.

La COVID-19 pasa a engrosar la lista de enfermedades infecciosas emergentes, como en su momento lo fue la infección por VIH, posiblemente la más similar en cuanto a trascendencia y a magnitud.

Vivimos en un mundo global, hiperconectado, donde las enfermedades infecciosas son cada vez más complejas y globales y precisan de la mejor preparación para responder con las herramientas óptimas, por ello es indispensable el reconocimiento de la especialidad en Enfermedades Infecciosas. Desde GeSIDA, desde SEIMC, pondremos todo nuestro empeño en seguir trabajando en ese objetivo. Es nuestro compromiso.