La PrEP y el envejecimiento de las personas con VIH han sido los temas protagonistas de la apertura de nuestro Congreso GeSIDA 2019, dos temas de gran relevancia en nuestra labor profesional y para los que tuvimos dos ponentes de excepción: el Dr. Raphael Landovitz, de la Universidad de California, y la Dra. Caroline Sabin, del University College de Londres.

Landovitz, que ya estuvo en nuestro Congreso hace cuatro años para abordar el mismo tema, habló esta vez sobre el futuro de la PrEP y de las posibilidades que se vislumbran a corto y medio plazo, en el que se contarán con diferentes opciones de aplicación del tratamiento, tales como píldoras orales diarias, píldoras orales semanales o mensuales, preparación inyectable (en el músculo), anillos vaginales y geles, espumas, hilos e insertos vaginales y rectales, anticuerpos monoclonales intravenosos o subcutáneos y posiblemente incluso tratamientos tópicos con parches para la piel.

Asimismo, Landovitz recordó que, pese a los buenos resultados obtenidos en aquellos lugares en los que se ha establecido la PrEP para reducir los niveles de incidencia del VIH, todas las poblaciones en riesgo no están obteniendo estos beneficios. Puso el ejemplo de los EE. UU., donde los adultos jóvenes y adolescentes, las personas transgénero y las minorías raciales / étnicas tienen tasas más bajas de absorción de PrEP, posiblemente debido a barreras sociales y estructurales para acceso a la atención médica, incluida la desconfianza médica, el racismo, la homofobia y la transfobia.

 

Muy interesante también la ponencia de la Dra. Caroline Sabin, quien abordó la ‘preocupación’ de que determinadas afecciones relacionadas con la edad puedan ocurrir con mayor frecuencia, o a una edad más temprana, en personas con VIH. Sin embargo, en su presentación mostró que la evidencia que se proporciona para respaldar estas inquietudes puede ser errónea debido a que los estudios se analizan de manera inapropiada. Al igual que en la población general, los factores del estilo de vida, como fumar, el consumo de drogas recreativas y la falta de ejercicio, también pueden contribuir a un mayor riesgo de algunas de estas afecciones.

La Dra. Sabin insistió en promover un mayor enfoque en la prevención y el manejo de estos factores de riesgo de estilo de vida podría tener un mayor impacto en la salud de las personas con VIH que otras modificaciones a la terapia antirretroviral, entre otros.