¿Estamos lejos o cerca de la curación del VIH? El Dr. Santiago Moreno, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas de Hospital Universitario Ramón y Cajal, defiende en la última jornada del XII Congreso Nacional de GeSIDA que aún estamos lejos. ¿En qué basa su postura? Nos lo explica en esta entrevista:
La curación de la infección por VIH, ¿está cerca o lejos?
No es posible saberlo en este momento. Inicialmente, tras el descubrimiento del virus y de su ciclo vital, se pensó que su curación iba a ser fácil tras la disponibilidad de tratamiento antirretrovirales eficaces. Se llegó incluso a aventurar que el tiempo necesario para la eliminación podría estimarse entre 1 y 7 años de mantener la carga viral indetectable con el tratamiento. Desgraciadamente, se describieron los reservorios celulares del VIH que impiden su eliminación y hasta el momento no se ha identificado un método que permita la curación de la infección a gran escala. Los escasos progresos que en este terreno se han hecho no invitan en este momento al optimismo, pero no puede descartarse que se de con la clave cualquier día como ocurrió con el tratamiento antirretroviral.
¿En qué datos sustenta su postura?
Ha habido escasos avances reales en los últimos años que inviten al optimismo. Se han conseguido curaciones ocasionales mediante el trasplante de médula ósea, cuyas indicaciones son por tanto muy limitadas. Cualquier avance en el laboratorio o en animales de experimentación que se ha intentado trasladar a humanos ha resultado un fracaso y no se ha producido ningún avance significativo en este sentido. Esto no significa que no se haya aprendido acerca de los mecanismos que impiden la eliminación del VIH y la curación de las personas infectadas. Se ha aprendido mucho pero no se ha trasladado en ningún avance trasladable a la clínica.
Eche la vista hacia adelante. ¿Qué aspectos le invitan a ser pesimista con la consecución de la curación?
Precisamente en esto, en el hecho de que no haya habido ninguna señal de que lo que se ha avanzado en el conocimiento haya tenido una traducción práctica en la clínica en humanos y que los avances recientes han sido más que limitados. Hay un cierto parón en ese sentido. El pesimismo en este caso es relativo. No podemos perder la esperanza de que en cualquier momento se produzca un avance en el conocimiento que conduzca a la curación de las personas con infección por VIH.