Nuestra compañera la Dra. Julia del Amo, del Plan Nacional del SIDA, será la encargada de inaugurar las sesiones plenarias del XII Congreso Nacional GeSIDA con la ponencia ‘¿Se han cumplido nuestras expectativas con la implantación de la PrEp? ¿Necesitamos otras nuevas estrategias para prevenir el VIH?’, sobre la que nos habla a continuación:

Tal y como se pregunta en el nombre de su ponencia, ¿se han cumplido las expectativas planteadas con la implementación de la PrEP en España?

Teniendo en cuenta las dificultades determinadas en estos dos últimos años por la pandemia de la COVID-19, que la PrEP esté implementada en todas las comunidades autónomas y haya más de 9.000 personas de alto riesgo de contraer VIH recibiendo el tratamiento es un buen resultado. Evidentemente, no es suficiente y, según el territorio, hay una accesibilidad efectiva muy heterogénea a la PrEP, por ejemplo, en el número de centros, y aquí habría destacar que comunidades como Madrid sólo cuentan con un centro, a diferencia de Andalucía, que tiene unos 20 centros, o de Cataluña, que supera esa cifra. Otro hecho a valorar es que hayamos podido desarrollar un sistema de información, el SiPrEP, que aunque también todavía tiene una implementación incipiente, es una herramienta excelente para la monitorización.

¿Qué se ha hecho hasta el momento y qué quedaría por hacer? ¿Cuál es el principal reto pendiente en la implantación de la PrEP en nuestro país?

Hace falta, lógicamente, que más personas en riesgo puedan acceder a PrEP, eso pasa por garantizar una accesibilidad efectiva con más centros cerca de sus domicilios que la prescriban, hay que dotar a los centros con el programa de profilaxis pre-exposición con iniciativas de prevención y de diagnóstico precoz de otras ITS y de consumo de drogas asociadas a la práctica del sexo.

¿Qué más queda por hacer? Ampliar los criterios de elegibilidad de la PrEP a un grupo de personas que no es el mayoritario y que hoy por hoy no tienen acceso a la financiación pública de la profilaxis. Esos criterios están bajo estudio actualmente por parte del Ministerio de Sanidad.

Preservativo, PrEP, control virológico de los ya infectados… ¿necesitamos otras nuevas estrategias para prevenir el VIH?

Realmente lo que necesitamos sería poner en práctica de manera contundente y decidida las estrategias ya conocidas. El diagnóstico, al menos, del 95% de las personas con infección, es decir, promocionar la prueba VIH de manera decidida, garantizar que todas estas personas acceden a tratamiento antirretroviral, algo que no sucede en todos los territorios, dado que en algunas comunidades autónomas las personas inmigrantes con situación irregular están teniendo muchas dificultades. Por tanto, garantizar el acceso a todas las personas y mantener la adherencia para conseguir su indetectabilidad virológica.

Lo novedoso sería hacer todo esto muy bien y alcanzar los objetivos 95-95-95 lo antes posible.

El diagnóstico precoz es otro de los grandes talones de Aquiles en la lucha contra el VIH en España. ¿Se plantean desde el Plan Nacional del SIDA nuestras estrategias en este sentido para alcanzar los objetivos de ONUSIDA?

Desde la División para el control del VIH, ITS, Hepatitis Viriles y Tuberculosis del Ministerio de Sanidad estamos ultimando el nuevo Plan Estratégico para la Prevención y Control del VIH y otras ITS 2021-2030. El compromiso por el diagnóstico precoz va a ser uno de los pilares fundamentales y su promoción en entornos sanitarios y no sanitarios. Va a ser el eje principal de acción en los próximos años, sin lugar a dudas.

¿En qué otros proyectos de interés trabajan actualmente desde el Plan Nacional?

El Plan Nacional del SIDA se ha reconvertido en la División para el control del VIH, ITS, Hepatitis Viriles y Tuberculosis. Como su nombre indica, hace un abordaje más ambicioso e integrado de la prevención y control de todas estas enfermedades que tienen factores de riesgo compartido y determinantes sociales comunes. En el marco del nuevo Plan Estratégico 2021-2030 tenemos cuatro pilares esenciales, basados en la prevención primaria, el diagnóstico precoz, el tratamiento temprano con antirretrovirales y el manejo de la cronicidad de la manera que precisa abordarse en el año 2021 y adelantes. Y además, un último eje sobre calidad de vida. Estos ejes están muy relacionados entre sí y todos precisan del compromiso de respuesta frente al estigma y con la ambición de alcanzar cero discriminación en las personas con VIH o con riesgo de contraerlo, para favorecer que se realicen la prueba, si son negativas y tienen algo riesgo, inicien PrEP, reciban consejo preventivo, también tengan conocimiento de la PEP, inicio temprano del tratamiento si son VIH positivas y su vinculación a un seguimiento que les permita manejar esta infección crónica de una manera óptima a lo largo de su vida.