El Dr. Javier Martínez-Picado, del ICREA (Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados) e IrsiCaixa, será el encargado de abrir la sesión plenaria del miércoles 1 de diciembre con la ponencia ‘Nuevas estrategias de curación’. Sobre los temas que abordará nos habla en esta entrevista:

¿Por dónde pasan actualmente las principales novedades en cuanto a estrategias de curación del VIH?

Hay que destacan que en los últimos años hemos aprendido mucho sobre los mecanismos que le permiten al VIH establecer persistencia en las personas que reciben tratamiento antirretroviral. Tanto este conocimiento biológico básico, como el desarrollo de nuevas técnicas que nos permitan una medida precisa del reservorio viral en células inmunitarias de sangre y tejidos linfoides, serán clave para afrontar con éxito posibles estrategias de remisión del VIH en ausencia de tratamiento antirretroviral.

Entre dichas estrategias se encuentran (1) aquellas dirigidas a perturbar la latencia viral que se ha establecido en el ADN de las células infectadas, tanto en el sentido de reactivar los virus latentes como de silenciarlos a largo plazo; (2) las dirigidas a revertir la disfunción inmune que es consecuencia de la infección por el VIH y que el tratamiento antirretroviral no recupera completamente. Las mejores expectativas están puestas en potenciales combinaciones de dichas estrategias.

¿Hacia dónde considera que se encaminará en los próximos años la investigación en este ámbito? ¿Qué trabajos de investigación en marcha en este ámbito destacaría?

Cuanto más aprendemos de la biología básica sobre reservorios virales más opciones aparecen; es un campo en continuo dinamismo. Pero puedo destacar que en la actualidad existen las siguientes líneas prioritarias:

  1. Tratamientos dirigidos a (1) forzar la expresión del virus de aquellas células en las que permanece latente (oculto) de forma que los medicamentos antirretrovirales y/o el sistema inmunitario consigan reconocer la infección de dicha célula y eliminarla, disminuyendo consecuentemente el reservorio viral; (2) silenciar de forma permanente la expresión del virus, de forma que pueda evitarse la reactivación viral.
  2. Tratamientos dirigidos a fortalecer la respuesta inmunitaria específica contra el virus, a través de inmunoterapias basadas en (1) vacunas terapéuticas, (2) anticuerpos monoclonales ampliamente neutralizantes contra el virus, (3) anticuerpos monoclonales para revertir el agotamiento inmunitario.
  3. Tratamientos con terapias celulares y genéticas, que aunque están todavía en fases preclínicas, están evolucionando de forma rápida. Las claves ofrecidas por los 3 casos de curación del VIH en personas que, debido a una enfermedad hematológica, requirieron un transplante hematológico con células madre carentes del co-receptor viral CCR5, y en 2 de cuyos casos nuestro grupo ha participado activamente como parte del consorcio internacional IciStem, han facilitado el desarrollo de (1) terapias génicas dirigidas a alterar dicho co-receptor. Otras estrategias se han centrado en (2) identificar y eliminar directamente las secuencias virales del ADN humano, (3) en introducir genes que produzcan anticuerpos ampliamente neutralizantes contra el virus, (4) el uso de células CAR T.

Una sempiterna pregunta que nos hacen los pacientes y el conjunto de la sociedad: ¿se atrevería a plantear, con las opciones y hallazgos ahora disponibles, un horizonte temporal para la obtención de una estrategia factible y duradera de curación?

Todavía queda un largo camino para ver el final del VIH, pero lo importante es que el progreso continúa. Durante años, los esfuerzos se centraron en conseguir tratamientos eficaces, sencillos, y con poca capacidad de desarrollar resistencias antirretrovirales. En la actualidad disponemos de dichos tratamientos para tratar la infección por VIH. Hoy por hoy, el tratamiento es crónico y por tanto es lógico asumir el reto científico de curar esta infección. Y en un horizonte aún más lejano, la combinación de prevención, terapia y remisión debería llevar a la erradicación del VIH. El reto es enorme pero los beneficios derivados de llegar a curar una infección persistente podrían aplicarse a otras infecciones virales actuales o emergentes en un futuro. Los últimos dos años de nuestras vidas han puesto de manifiesto que la humanidad continúa siendo vulnerable a las infecciones virales, pero que las soluciones están en la ciencia biomédica; y que a veces estas soluciones cristalizan de forma inesperadamente rápida, como ha ocurrido con la vacuna de la COVID-19. No podemos descartar un escenario similar con el VIH.